Aquel atardecer que dio paso a tantas soledades
vacío comedor con tu silla sin chaqueta
días oscuros, tardes sin el tintineo de tus llaves
que me avisaba de tu llegada cuando volvías,
cuando volvías…
Ya no estabas, te fuiste lejos, muy lejos
dedicaste tu vida a otros
y nunca volviste.
¿Cómo hubiera sido tenerte en mi vida?
que me abrazaras, y contarte,
decirte los sentires, hablarte,
que me escucharas.
¿Cómo hubiera sido?
Ellas son dulces, llenas de ternura
y me desconsuelan porque las amaron,
las protegieron y yo,
sola
sin ti me quedé
aquella tarde que dio paso
a tanta tristeza.
La sombra de la "nostalgia"...se dilata, amplia y enreda la realidad de esa inquietud que demanda al ser o seres a los por instantes se echa de menos.
ResponderEliminarUn saludo
ME ENCANTAS COMO ERES Y ESCRIBES
EliminarGracias querida, espero que estés muy bien. Te mando mis mejores deseos para estas fiestas y siempre.
EliminarLove you
EliminarMucha
Así es, esa nostalgia que aparece de vez en cuando, cuando ya creías haberlo superado, una mirada, un acontecimiento, te devuelve a ese pasado de abandono. Gracias por pasar por aquí, Dionisio.
ResponderEliminarVersos que rememoran tiempos felices y esperanza no realizada, un abrazo Maru!
ResponderEliminarGracias por volver por aquí después de tanto tiempo. Fuerte abrazo virtual. Ah y tus publicaciones últimas son buenísimas.
EliminarGran poema, amiga. Te felicito. Valió la espera para que volvieras a publicar...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Gracias Carlos. Por no olvidar pasar por aquí aunque pase el tiempo en silencio. Un abrazo.
Eliminarhttps://www.blogger.com/profile/08888758776594885756
ResponderEliminarCierto, amiga, muestro poemas vienen por la misma senda...
ResponderEliminarAbrazo grande.
El dolor vuela por tus versos e invitan a la nostalgia. Un abrazo por tu buen hacer.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias, a veces vuelven los fantasmas...escribo y se van. Un abrazo
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