lunes, 3 de octubre de 2011

Sandra Canudas de 02B

Me gustaría plasmar una idea: la mujer tiene más del 80% del poder de compra y de la toma de decisión independientemente que el consumo del producto o del servicio sea para ella misma o para los/las demás. La mitad de su convencimiento en la elección de lo que consuma se basará en razones emocionales. En el sector turístico, las vacaciones familiares las organizan las mujeres y elegir el destino y el alojamiento es aproximadamente en el 67% de los casos tarea de ellas, frente al 33% restante que es labor masculina. ¡Los números no engañan! ¿Porqué no incluir reclamos que interesen a ambos? ¿Porqué no aplicar una orientación estratégica hacia la clienta en temas de servicios como las vacaciones o de otra índole? Nuestro punto de partida es saber que los/las consumidores/as y sus propios deseos nos ayudaran a pautar el servicio. El premio a ese esfuerzo será conseguir más clientes y clientas, gracias en parte a esa mejoría de las expectativas. Ya hace más de cinco años que el periódicoThe Economist escribía: “Forget China, India and the Internet: Economic Growth Is Driven by Women.” (Olvídense de China, India e internet: el crecimiento económico está conducido por mujeres). ¿Estamos teniendo en cuenta esta oportunidad? Diez estrategias introductorias que funcionan en las mujeres: 1-Deja de implementar políticas de negocio sólo basadas en la pura lógica y considera de igual manera, las emociones. 2-Deja de centrar la industria vacacional en las actividades. ¡El tiempo libre también debe apuntar hacia los sentimientos! 3- Detalla y no generalices, sé lo más concreto posible. 4- Ellas no buscan éxito sino seguridad y estabilidad y no se enfocan tan solo en el presente sino también, en el futuro. 5- Las mujeres suelen involucrarse más en toda la experiencia de la actividad en cuestión: sea viajar, comprar o comer en un restaurante… Por tanto nuestro esfuerzo se aplicará en todos los aspectos y en todas las etapas del servicio. 6- Ellos valoran los retos, ellas las relaciones. Las mujeres son clientas muy leales, siempre y cuando se hayan quedado satisfechas con el producto. Existen datos que indican que cambian de proveedores mucho menos que los hombres y respecto a su función social y su naturaleza, están orientadas a las relaciones y a un comportamiento comunicativo. 7-Empieza a comprender el estilo de comunicación implícito donde las palabras contienen otros significados que no son solo los expresados y no utilices únicamente el lenguaje “explícito” donde siempre se transmite un diálogo de sentido exacto y de comunicación verbal directa. Acostúmbrate a leer-comprender “entre líneas”. 8- Incluye como primer requisito la prestación de un servicio excelente. Los datos indican que para una mujer la falta de ayuda cuando la precisan es el mayor problema y la causa más elevada de pérdida de clientes/as. 9- Sabemos por estudios que quienes tienen el poder de decisión de compra por ejemplo en temas vacacionales son las mujeres, aun así, no caigamos en el error a la hora de preparar un servicio o producto de pensar y enfocarlo sólo en ellas. El catálogo de necesidades de la mujer es muy complejo porque existe en el esquema de decisión un “altruismo” que debe integrar los deseos de los acompañantes u otra gente implicada indirectamente como son entre otros, la familia, etc. 10-Comprende el proceso de pensamiento femenino antes de empezar tu proyecto, pregúntate cuestiones que ayuden a madurar tus propuestas: ¿Cómo piensan las mujeres? ¿En qué podemos mejorar su vida y como ganar su confianza? Respecto a la competencia: ¿Qué estamos haciendo mejor que los otros? ¿Se percibirá con notoriedad este respeto hacia lo femenino?... * Sandra Canudas es consultora de viajes para empresas, especialista en turismo de género y autora, entre otros, de 'Manual para viajeras' y 'Manual de una vuelta al mundo'