miércoles, 18 de diciembre de 2019

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO le deseo de corazón a toda persona que lea esto.

martes, 17 de diciembre de 2019

Mujer. Amiga.




Se sentía atrapada, su espíritu de libertad le gritaba desde muy adentro que se zafara, que dejara de seguir siendo la niña buena y dócil que siempre había ofrecido a los demás, tratando de contentar a todos a pesar de sí misma.

Iba cumpliendo años y aquello era cada vez peor, su pareja, su madre, su hija, el trabajo, todos exigían lo que ella ya estaba cansada de dar: Sumisión. Pero algo dentro de ella la forzaba a dirigirse por otro sendero, pero, ¿Cuál? 

Había dado el gran paso y fue un alivio, un tiempo de dolor y después paz, la sensación de haber hecho lo correcto para sentirse digna de sí misma. Pero ahora es distinto, los lazos son más fuertes, los lastres más pesados, además está la cuestión crematística, no sabemos cómo sobrevivir sin el sueldo mensual que se ha convertido en la cadena más difícil de romper.

Una encrucijada que solo ella con sus decisiones podrá solventar. ¿Se atreverá? La consciencia de lo efímero de la vida terrenal quizá sería una ayuda, nadie merece que sacrifiquemos nuestros días por el supuesto bienestar de otra persona, pero es una ardua decisión que se tiene que tomar sin remordimientos, con el convencimiento de que los demás también eligen si vivir o sobrevivir.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Revelación.



Está vez no había duda, no estaba con ella por amor, fue su obligación moral por las circunstancias, se impuso a sí mismo aquel sacrificio y lo llevó con gran fuerza y serenidad toda su vida junto a ella.

Después de la charla con quien era su pareja desde hacía casi cuarenta años, estuvo pensando, necesitaba salir de casa, respirar hondo, fue caminando hacia el banco más cercano, se puso la chaqueta encima del móvil simulando una pistola, se tapó media cara con el pañuelo y se dirigió a la caja, gritó todo lo alto que pudo ¡¡Esto es un atraco, que nadie se mueva o disparo, deme todo lo que tenga en la caja!!

La cajera hizo lo que le decía, un fajo de billetes estaba ahora delante de ella y no sabía dónde meterlo, como pudo lo cogió y fue reculando hacia la puerta, no tuvo mucha ocasión para escapar, ya la estaban esperando afuera y la detuvieron sin demasiado problema.

En la comisaría la interrogaron, pasó después a un calabozo sin saber muy bien lo que le iba a pasar. Por la tarde vinieron sus hijos y él a visitarla, no salían del asombro, ella, la persona más pacífica que uno se pueda imaginar, a su hija se le escapó hasta la risa, no podían creer lo que estaban viviendo. ¿Porqué? Le preguntaron.

La respuesta se la guardó para ella, si todo hubiera salido bien la encerrarían unos años, la dejarían sola, tendría la cama y la comida asegurada, no necesitaba nada más, unos libros quizá ...y no esperar nada más.