martes, 3 de abril de 2018

El infierno no está en el remordimiento. Está en el corazón vacío. K. Gibran






Y si somos capaces de percibirlo, de sentirlo, viviremos los momentos de reparación, esos instantes que te devuelven el recuerdo de lo que creíste haber hecho mal, ahora se presentan en oportunidad de seguir amando y curando heridas, el tiempo nos muestra claramente que siempre se pueden mejorar y restaurar lo que creemos fueron errores en nuestro caminar.

Al sentir esto una inmensa paz se adueña de nuestro interior, una tranquilidad que no es la de tener los problemas resueltos, no es la de poder llegar a fin de mes sin apuros monetarios...es, otra sensación, la que te aporta una lucidez que va más allá de lo palpable, es la conciencia de la verdad, esa que solo cada uno de nosotros podemos encontrar en nuestro interior, esa que no necesita testigos para certificarla, simplemente te permite descubrir que eres mucho más que todo lo externo. Es cuando escuchas el sonido del silencio