miércoles, 20 de julio de 2016

Que viene mi segundo nieto...


                                                  
                                                



En primavera, un precioso día de mayo, concretamente el veintitrés, me enteré de tu incipiente existencia. 

Las lágrimas de tu padre me hicieron saber que ya era más tu padre que mi hijo...y eso me llenó de orgullo, de una emoción interna que me decía que lo había hecho bien, que lo que siempre deseé se estaba cumpliendo, la madurez llega cuando te responsabilizas de tu propia vida, pero cuando desde esa madurez se decide responsabilizarse además de una nueva vida, es para mi un signo de distinguida generosidad. Eso es lo que vi en la emoción contenida de mi querido hijo.

Ahora estamos todos tan felices y tú tan chiquitita o chiquitito... Espero que estés en paz siempre como lo estás ahora, en tu inconsciencia aceptas lo que se te da sin cuestionarte absolutamente nada, confiando en la vida, en tus padres, porque de todas formas, no podrías hacer otra cosa, pero al mismo tiempo se puede aprender mucho de ti, de un ser que sin pensar todavía , simplemente es, sigue adelante en la etapa que existe, para llegar mas allá, para crecer, para un día nacer y convertirte en un ser humano completo. 

Ojalá entonces sigas evolucionando con la misma fe que lo haces ahora, con la misma paz y sosiego y que ese sentimiento te acompañe a lo largo de tu vida.

Ya te quiero, pequeño ser.