jueves, 8 de marzo de 2018

Felicidades mujer.




Felicidades no porque haya que haber señalado un día para celebrarlo, (los hombres no lo necesitan), sino simplemente por haber nacido mujer, por tener la capacidad de trabajo y aguante más fuerte ante cualquier vicisitud, por poder elegir entre ser madre o no serlo, por ser el vehículo que ha elegido la naturaleza para albergar a un futuro ser, por poder sentir el amor más incondicional que existe, por tener la fortaleza de ver cómo se ha pisoteando tu inteligencia simplemente por ser mujer, cómo has sido testigo silencioso de tantas injusticias habiendo sido consciente de ellas, pero tú sigues adelante, por ser una luchadora en el silencio y en la actividad según los casos, por las calladas y por las alborotadoras, porque cada una tiene sus razones para actuar de la forma que cree más adecuada para su momento, porque nuestros derechos van más despacio, pero van, en eso deberíamos ser una todas y todas una, porque donde hay una mujer sufriendo no puede haber otra ignorando.

 Quiero pensar que algún día todas estas reivindicaciones las recordarán nuestras nietas o biznietas con curiosidad, no se lo podrán creer, porque el tiempo va dejando atrás las historias, los momentos vividos, las luchas y los logros, los nuestros ahora y los de otras muchos años antes. 

Hoy no debería ser un día de regalos y de ofrendas, no debería convertirse como tantas otras celebraciones en te doy un regalo y todo sigue igual, siguiendo el dictado del consumismo que nos manipula, no, hoy debería ser un día para reflexionar y cambiar actitudes, revisar educaciones, terminar con los falsos príncipes azules y las princesas rosas, el primer día del verdadero cambio. 

Arriba los corazones, como decía mi madre.