viernes, 21 de octubre de 2016

Dejar fluir la vida...




Caletón de Garachico. Tenerife



Hoy me viene a la cabeza un tema que no llego a entender del todo. Muchos piensan, tengo que reconocer que yo también lo hago a veces, que hay que dejar que las cosas ocurran, que no es bueno inmiscuirnos en la vida de los otros, ni siquiera para ayudarles, pues extendida es la cuestión de que cada uno de nosotros debe poder vivir los acontecimientos que se van sucediendo en nuestras vidas sin intervención de los demás. O por lo menos eso entiendo yo por dejar que fluya la vida.

Ahora viene mi pregunta, que me hago a mi misma y a los que me quieran contestar: ¿Entra dentro de esta forma de actuar ser testigo de los males ajenos y no echar una mano aún cuando se puede y se quiere?, escuchando disparates (Desde nuestro punto de vista), ¿No dar nuestra opinión a un ser querido con la intención de ayudarle?, ¿No preocuparnos por las guerras, los damnificados de desastres, niños y viejos desvalidos?, ¿No tomar acción ayudando al que ayuda?, ¿No ayudamos en estos casos?, ¿No es una comodidad por mi parte pensar que todo está bien como está?, según el libro de Tao Te Ching de Lao Tse, así deberíamos actuar y pensar. Seguro que no lo he entendido, máxime con las traducciones de los idiomas orientales que probablemente nunca son exactas por más que sean buenas...

Ahí dejo esas mis dudas, especialmente porque veo mucha espiritualidad en los blogs que sigo y en las respuestas que obtengo cuando algo escribo, claro que sería genial que esta conversación pudiera ser en persona, pero... Siempre nos quedará el Blog.

Encontrarse a sí mismo. Pincha aquí si quieres, quizá te interese.

jueves, 13 de octubre de 2016

Es más fácil cambiar nuestra percepción que cambiar al otro.




Su íntima amiga se había separado, después de cuarenta años de matrimonio, allí estaba con su pequeña maleta con lo imprescindible, huyendo del que había sido su marido prácticamente toda la vida.

Como no podía quedarse en su casa, dado que él conocía su gran amistad y apoyo, pensó en alojarla en casa de su hija, que se acababa de emancipar y estrenaba apartamento en otra ciudad.

Cuando Isa abrió la puerta no daba crédito a lo que veían sus ojos, su madre, intentando "Colocarle" a su amiga, en su estudio con dos camas ,un baño y una cocina minúscula. Tendría  que dormir con ella, era una amiga de su madre, un poco pesada por lo mucho que hablaba.

La señora tendría unos cincuenta y tantos, Isa veintitrés. Hacía un par de meses que se había ido de casa de su madre, estaba viviendo las mieles de su libertad, pero, allí estaba de nuevo, tratando de solucionar los problemas de los otros por encima de cualquier obstáculo. Estaba claro que la consideraba "Suya".

Siempre había sido su niña dócil, obediente y calladita, pero esto era el colmo. Y de nuevo, no supo negarse a los deseos de su madre, Andrea se instaló en su pequeño alojamiento, habló hasta por los codos, le contó toda su odisea marital...mientras ella intentaba dormirse para ir a su trabajo a la mañana siguiente.

De todas formas, pasado el tiempo, aminorado su ego de juventud, pensó que el hecho no había sido tan dramático, que había podido ayudar a alguien, que en realidad, la vida se trataba de eso. Y sintió una inmensa paz.

martes, 4 de octubre de 2016

Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera. Chesterton





 

Un día, volaré lejos,  rodeada de estrellas como Peter Pan, cuando me vaya será porque ya estaba muy cansada y quería conocer otras cosas, pero, te estaré mirando, si quieres, podrás hablar conmigo y tu voz será la mía. 

Por arte de magia me meteré en tu corazón y desde allí te acompañaré todos los días de tu vida, todo el tiempo que tú quieras, hasta que ya un día no necesites consultarme...y, ¿Sabes?  ese día te indicará que ya eres independiente, que te bastas a ti mismo, que si eliges vivir en compañía o en soledad será desde tu libertad, desde tu individualidad y muy probablemente, si eliges compañía, esa persona será tan libre como tú, igual de generosa, humana y comprensiva. Será un aporte de serenidad en tu vida, de paz y de amor, porque quien siembra cariño y bondad eso mismo es lo que recoge. 

Y mientras tú estés aquí hasta el día en el que quieras ser un ángel y te vengas al mismo espacio donde yo habitaré, seguiré siendo a través de ti, porque un día estuvimos muy juntos tú y yo, eso es lo importante, eso es lo verdaderamente precioso, el tiempo que compartimos.