Siempre tropezaba con algo, aún cuando todo se tornaba a su favor, ella declinaba dejarse envolver por la dulzura del momento, como si de una huída hacia el descontento fuera su meta, como si en un hipotético cambio estuviera escondida aquélla felicidad que no se había permitido más que por escasos tiempos. Cambiaba de situación, pero volvía el desaliento.
Contemplar su desazón era lo único cierto, daba igual que todos bailaran a su son, que trataran de conseguir lo imposible, verla feliz, en paz, aceptando situaciones. Porque, ¿Qué es vivir en paz?, ¿No es valorar lo que tienes, minimizando las carencias hasta la casi nula percepción de ellas?.
Cuando dentro de la persona existe un desasosiego involuntario pero persistente, nada se puede, solo esa persona tiene las herramientas para el cambio necesario, para lograr sentir el bien, la dulzura, el desvelo del otro, si no se traspasa esa barrera, la vida se va convirtiendo en un mar revuelto donde las olas cada vez serán más agresivas, hasta ahogarte.
Pero ella, no quería escapar, no estaba dispuesta a ceder para encontrar la ansiada calma, poco a poco, se fue quedando sola, es posible que fuera eso lo que buscaba, lo que estaba eligiendo, acaso, para estar por fin en paz...
Saber encontrar la serenidad de espiritu lleva su tiempo, es un sendero a conquistar y.....transitar
ResponderEliminarBello leerte
Cariños
Así es Abuela Ciber, y no cabe duda que a unos les cuesta más que a otros soltar ese ego que llevamos tan arraigado. Gracias por tu comentario. Abrazo.
EliminarBueno, la pintas tan negativa que no sé si realmente encontró algo al quedarse sola. Más allá de eso mismo, ¡sola! Que por otro lado no es sinónimo de paz por sí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo, Maru.
Ernesto, hay gente así, y es tristísimo verles, incapaces de salir de esa ruleta que les lleva de un problema a otro y cada vez peor... intentas ayudar pero no es posible, no saben o no quieren salir de ahí, la gente se va apartando de tanta negatividad, se necesita un cariño incondicional y me atrevería a asegurar que tampoco les sirve, en fin, esperemos no caer en semejante situación. Un abrazo.
EliminarHola Maru.
ResponderEliminarNo debe representar tristeza ver situaciones así que, en el fondo no nos conciernen... Son vidas que deben ser vividas de esa manera y punto. Quien cuida de ti o te guía lo hace igual con ellas. Lo que no quiere decir que si puedes hacer algo lo hagas. Pero una vez hecho o intentado debe uno permanecer inalterado, equilibrado y vivir su propia vida.
Ese cariño incondicional que señalas, Amor más bien, puede estar presente, pero ello no supone condicionamiento alguno para quien así lo siente.
Ver "tristeza" en las cosas o vidas, propias o ajenas, sólo alimenta esa misma situación!
Un abrazo.
Siempre tan sabio Ernesto, estoy de acuerdo contigo y trato continuamente de practicar vivir el presente...¡Algún día aprenderé!! (En ello estoy, pero, hay que desaprender tantooooo). Abrazos.
EliminarEl que no sabe encontrar la serenidad siempre tiene el desasosiego en si mismo, pero creo bien que hace parte del carácter el cual resulta dificil de cambiar.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, que tengas un feliz fin de semana.
Gracias MaryPi, dices bien, la forma de ser es difícil de cambiar, se necesita una férrea voluntad...me alegra saber que pasaste por aquí. Saludos.
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