domingo, 24 de agosto de 2014

Juventud desaprensiva.





Ayer me desperté temprano,  decidí a hacer mi caminata a primeras horas de la mañana, salí contenta, un nuevo día amanecía y las calles vacías, la gente durmiendo, esa sensación me llena de paz y la estaba disfrutando hasta que...en una zona desde donde se divisa una vista espectacular, no pude menos que pararme y contemplarla, más bajo mis pies observé tu huella, los despojos de tu diversión compartida con otros energúmenos como tú. Todo mi optimismo se vino abajo por un momento. ¿Cómo vamos a mejorar nuestras vidas y las de los que nos siguen si eso es lo que hace gente que no tiene ninguna consideración con su entorno y el de sus semejantes.
                                                                                         
¿No ves la papelera?
Las papeleras vacías

Algunas veces me he sentido culpable del mundo que vamos dejando entre tanto consumismo e inconsciencia, he sentido que tenemos culpa de haberlo creado con nuestro egoísmo y avaricia, pero al ver este espectáculo tan actual, donde muchísimos jóvenes aún no se han percatado de que están en una zona común, que es el mundo, la ciudad, el municipio, que no les pertenecen a ellos solos, me invade una especie de conformismo y hasta secreta revancha pensando que tenemos lo que nos merecemos y ellos también lo tendrán. Es una lástima, porque no todos son, somos, iguales, no todos utilizamos los recursos al máximo ni estropeamos lo mismo que hemos creado con nuestra aportación, porque, no sé si esta gente sabe, que esa limpieza y ese entorno lo pagamos entre todos, que no solo tenemos derechos, que también debemos cooperar.

Y yo que creía que las cosas habían mejorado, que la juventud en su mayoría es cuidadosa, que si sus padres no los han educado ellos sí que son lúcidos...pues me equivocaba, no sé si algún día el mundo no será ensuciado por la incapacidad, por el desánimo y la apatía de tantos todavía...no sé.


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