jueves, 30 de abril de 2020

¿Qué es la cordura?




Personas sobrealimentadas comprando carísimos suplementos alimenticios. Personas viviendo en mansiones de dos mil metros cuadrados desconsoladas por irse de viaje cuatro veces al año, pero ninguno de esos viajes es para colaborar en países necesitados de ayuda o visitar a familiares. Personas con dos piernas aptas para caminar que van a un Km. de su casa en coche. Personas que habiendo miles de animales abandonados le compran una carísima mascota a sus hijos. Personas que no quieren casas con escaleras pero se apuntan a clases de step. Personas con titulaciones universitarias que ponen profesores particulares a sus hijos después de pagar cantidades astronómicas por el colegio privado. Personas que con esas mansiones de dos mil metros cuadrados no pueden tener a sus viejos padres en sus casas, mejor a una residencia, eso sí, de millonarios. Personas sanas que pagan seguros astronómicos para revisar su salud periódicamente no fuera a ser que enfermaran. 

Luego les siguen los imitadores, que aunque no tiene esas posibilidades pues hacen viajes de una semana una vez al año porque viajar es muy guay, se meten en el cuerpo cualquier cosa que les vendan como suplemento alimenticio, eso sí, más baratito, cogen mascotas de refugios que no siempre pueden mantener, se endeudan en coches que podrían ser sustituidos por transporte público, gastan cantidades ingentes en bares y restaurantes por no quedarse en casa, miran en la tele y en las revistas cómo viven los que describo al principio y lo comentan con amigos y amigas como si formaran parte de sus vidas aquellos que salen en los papeles y pantallas...

Y después están...los que no pueden permitirse ni vivir como los primeros ni como los segundos, pero es igual, a esos no los queremos conocer.

Dejo espacio por si alguien quiere seguir rellenando la incongruencias de nuestra sociedad, bueno, la que era nuestra sociedad, no sé qué va a pasar después de la pandemia y el largo confinamiento, a lo mejor, solo a lo mejor, nos replanteamos  algunas cosas, aunque soy bastante escéptica al respecto, pero vamos a pensar aquello de “La esperanza es lo último que se pierde”...




18 comentarios:

  1. Siempre me ha llamado la atención esa sentencia (con la que finalizas tu entrada) “La esperanza es lo último que se pierde”
    Y es un mensaje que se entiende perfectamente, aunque si le doy dos o tres vueltas más, acabaría descalabrandome la mismisima esperanza de la que habla.
    Porque si lo piensas bien, ¿para qué quieres la esperanza cuando no tienes nada más?.
    Ya que decimos que es lo último que queda, eso significa que ya no hay nada más. No hay amor, no hay compañía, no hay salud, no hay recursos, no hay proyecto... no queda nada, solo eso que llamamos esperanza.
    ¿Esperanza de qué? No creo en milagros. ¿No se convierte entonces en un doloroso alargamiento de la agonía?

    Es como aquello otro de "agarrarse a un clavo ardiendo".
    Si haces eso, estás condenado a quemarte las manos y caer, que era lo que querías evitar.

    No creo en la suerte, aunque algunos digan que, como las brujas gallegas, "haberla hayla"
    Por eso prefiero mucho más aquella otra sentencia que dice "el más largo de los viajes, comienza siempre con un paso" También el viaje de la recuperación de la salvación, del cambio. Un primer paso, si quieres vacilante e inseguro, pero un paso; corto o largo. Mucho mejor eso que la actitud pasiva de esperar a que la suerte cambie o el desespero de agarrase a un clavo ardiente para no caer no sé donde.
    En cuanto a añadir alguna incongruencia más, prefiero no hacerlo. Demasiadas hay, y las que tu expones, son mas que suficientes para cuestionarse que puede ser eso que llamamos "cordura"
    Felicidades por la reflexión.

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    1. ¿Y no es esperanza el desear que las situaciones mejoren a pesar de los inconvenientes?, ¿ Cómo se llama entonces eso?, la suerte que exista o no, me inclino a creer que sí, porque si no ¿Cómo nace un niño en un ambiente hostil o en uno amoroso? ¿Es porqué no ha hecho nada él para nacer en un ambiente mejor?, no sé, yo no tengo tan claro que no exista la esperanza, igual que la fe, que no siempre tiene que ser en dios, la fe es un estado anímico, una forma de sentir que pone su energía en un objetivo determinado. Te agradezco tus letras y haber dispuesto tu tiempo para leerme. Te mando mis mejores deseos de bienestar.

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    2. Creo que en momento alguno he dicho que no exista la esperanza. He hablado de la frase que sitúa a un sujeto en el momento de no tener nada y perder lo último: la esperanza.

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    3. Sí cierto, también es verdad que el camino más largo empieza por un paso pero ese paso está basado en el deseo de llegar a algún lugar. Perdona porque tienes razón, no me fijé en que no lo niegas en ningún momento, disculpa mi atolondramiento.

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  2. De la imagen que preside tu texto de hoy, ¡gráfica! Y no viene mal para distender en sonrisas los rictus que el confinamiento puede producir en algunos... Hay que reconocer que en esto, como ciudadanos responsables, ¡nos hemos comportado de primera!

    Sobre los personajes que delimitas, he de decir que no conozco a ninguno... Y por ello, como dice esta misma mañana una amiga mía: "Hola...silencio. Abrazos."

    De la invitación a añadir algo más a tu colección, ¡ni una coma!

    Y del último punto, ese de la esperanza, como frase hecha, vale. Como razón de ser real en esta crisis sanitaria, no le encuentro mayor sentido... Creo más bien que la mayoría, la inmensa mayoría de ciudadanos, estamos más entregados a trabajar por la recuperación de toda índole que nos atañe, cada quien a su medida, que por permanecer estáticos mirando al cielo!

    Y para ejemplo de actividad ejemplar, responsable y determinada, ahí están todas esas personas que día a día se entregan a su trabajo solidario por el bienestar de todos.

    No creo que ninguno de ellos tenga tiempo para dedicarlo a la "esperanza esa".

    Querida amiga, un placer charlar contigo en esta mañana de jueves y víspera de largo finde. ¡Cuídate!

    Gran abrazo María.

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    1. Ah, ¿Entonces esos seres que luchan denodadamente contra la adversidad es porque no tienen esperanza en que lo que hacen pueda mejorar a personas y situaciones?, pues no he entendido nada, ahí tienes razón. Te felicito por no conocer a nadie en este planeta que se comporte como escribo al principio, eres un ser excepcional, yo conozco a varios, incluida yo, que nos comportamos absurdamente más veces de las que quisiera. Bueno, pues a seguir el camino, todo está bien como está y no hay nada que cambiar, además, tenemos lo que nos merecemos. Abrazos Ernesto.

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    2. Un breve matiz María.

      Claro que hay “esperanza”. Mucha gente vive en ella!

      Utilicé tu frase como frase hecha. Que no siempre tiene sentido pues en muchas ocasiones se emplea como frase hueca. No que este sea tu caso.

      De todas formas decir que la palabra en sí tiene muchas acepciones… Y he de reconocer que, en esta ocasión, la he utilizado como una pieza con la que “jugar” dialécticamente en una mañana más de confinamiento.

      Y aunque no le niego el valor, sentido y realidad que tiene para muchos, y respetado, desde luego, he de reconocer que personalmente no me veo reflejado en ella, la esperanza.

      Leyendo las definiciones de la RAE sobre la esperanza, caigo en la cuenta que la he utilizado, su “negación”, en el sentido “cristiano”: “...la esperanza cristiana como «En la doctrina cristiana, virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido».”

      Espero haber aclarado algo mis palabras, en las que, por otra parte me reafirmo.

      Y un último punto, que no cabe duda surge de mis primeras palabras sin matizar… Y que han podido crear esa imagen de “excepcional”.

      Hace dos años me operaron de un pulmón. En una exploración ocasional me detectaron un pequeño nódulo. Diferentes consultas, estudios, análisis, etc., fueron determinando la conveniencia de su extirpación. Y así se hizo. Hoy todo en orden.

      ¡Jamás, ni antes, durante o después de la intervención, hizo acto de presencia la “esperanza”. Ni en mí, ni en el cirujano, ni en ninguna de las personas que intervinieron en el proceso!

      ¡Todos actuamos desde una realidad y hacia un fin determinado!

      No sé si con esto aclaro algo o enredo más la cuestión. Tampoco tiene la menor importancia. Repito, utilicé esa palabra como simple juego en un espacio/tiempo en el que los recursos de entretenimiento están limitados.

      Gran abrazo María.

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    3. Hola de nuevo amigo Ernesto, -Sobre los personajes que delimitas, he de decir que no conozco a ninguno... Y por ello, como dice esta misma mañana una amiga mía: "Hola...silencio. Abrazos."- es esta frase lo que no entendí de tu mensaje especialmente, no sé si te refieres a que no conoces a nadie que viva frívolamente o si te refieres a otra cosa, por eso mi comentario de que eres un ser excepcional, pues creo que vivir inconscientemente es bastante común en nuestros días, bueno, igual después de la pandemia cambiamos, pero a mi me da que no. Siento lo de tu percance pero me alegro de que lo tengas superado, comprendo perfectamente lo de que ni tú ni tus médicos pensaron en esa “esperanza” romántica o virtud teologal, a la que no me refiero en ningún momento, también pasé por una operación no hace mucho y lo único que sabía era que me iba a recuperar gracias a los médicos y a mi esfuerzo, pero no dejo de ver en ello una ¿Espera?, de que todo iba a salir bien.

      Perdona tanta lata, pero como estamos encerrados, ( que no ociosos, oye que una trabaja lo suyo en la casa), pues me han vuelto las ansias de expresión escrita jajajajaja. Un fuerte abrazo.

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    4. Hola hola...

      Nada de lata amiga. De eso se trata, de interrelacionarnos unos con otros, en el mejor sentido, con el fin de mantenernos activos. Y a quienes nos gusta escribir, esto miel sobre hojuelas. Personalmente me alegro de esas ansias tuyas... :)))))))

      Habiendo quedado claro/aclarado ya lo de "excepcional", queda pendiente eso de: "...pues creo que vivir inconscientemente es bastante común en nuestros días,..." No niego que haya personas que vivan de esa manera que señalas, inconscientemente, pero ya te aseguro que no soy yo!

      Que no demuestre contrariedad por ciertas circunstancias de vida que pueden entristecer a algunos, no significa que no sea consciente de ello, y más. Explicar este «más», si fuese el caso, que no lo es, ya requeriría otra charla más personal.

      No suelo abrir el ordenador por las tardes, pero hecho, me alegra encontrarte de nuevo.

      Fuerte abrazo María. Largo fin de semana.

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  3. La respuesta a tu titular sería, ¡Es lo que no hay! Todo desbalanceado en este loco mundo Maru, buscamos milagros donde hay solo intereses, acá tuvimos un ministro de economía hace algunos años que dirigiéndose a los empresarios les dijo, "les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo". Como en todo habrá excepciones, pero por lo general uno se pregunta ¿por qué hay tanta desigualdad si todos somos humanos? ¿Tendrá que caer un meteorito para juntarnos en verdad e igualdad? Se dice que la justicia siempre llega de una manera u otra, bueno, yo quiero verla, un abrazo Maru!

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    1. Hola María Cristina, gracias por tu visita. Vamos a ver qué novedades nos dejará esta etapa totalmente nueva en nuestra frívola sociedad, el tiempo lo irá enseñando...un abrazo y que estés muy muy bien.

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  4. Pero hay otra clase que ha crecido como hongos, esa nueva clase de personas que han vivido de sus padres, hasta que han conseguido trepar en política, para vivir como los ricos sin dar un palo al agua.
    Creo que cuando acabe esta pesadilla cambiará la vida de muchas personas, espero que sea para bien.
    Abrazo.

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    1. Vamos a ver qué nos depara el después del parón que hemos tenido, a ver cuándo la cordura se hace con esos políticos y los odios que logran inyectar en sus seguidores más fanáticos, personalmente bastante harta de la falta de unión en este país. Gracias por pasarte por este rincón Matias, un abrazo cargado de los mejores deseos.

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  5. Todo lo que sea ocio y comodidad se consume con suma facilidad sin pensar en lo que venga. Hay una cosa que me enseñaron mis padres y es a no tener dinero porque no lo había. Ahora dispongo de unos ahorros pero sigo sin tirarlo.

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    1. Igual me pasó a mi Rute, aprendí a no necesitar cosas para estar bien, mi madre siempre decía que la clave está no en tener más sino en necesitar menos, así he vivido bien en la sencillez y agradeciendo lo que conseguía. Un abrazo.

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  6. Me dejas pensando una vez más, Maru... y coincidiendo, aunque el interrogante queda abierto.

    Abrazo inmenso.

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  7. Buena pregunta y buenas observaciones propias y ajenas de los comentarios. Un placer.

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Gracias por tu visita.