La jacaranda equivocada,
creyó que en otoño la primavera llegaba,
guardó sus más bellas flores al que atento la miraba,
mas no todos de ellas se percataban,
ya que las otras jacarandas
sin flores se mostraban
es que lo bello solo se muestra a según qué miradas ,
no vaya a ser que de maldad se contagiara.
Es así como en la vida,
que la belleza ciertas veces pasa desapercibida
pero mirando profundamente
notaremos que en cada instante
la belleza como la fealdad están presentes
somos nosotros quienes elegimos
una mirada diferente.
Así es, hay tantas veces que miramos sin ver, lo mismo el exterior que el interior de las personas... permanecemos distraídos.
ResponderEliminarBonita similitud en tu poema.
Un gusto pasar por tus letras.
Abrazo.
Gracias Elda, por tu comentario y por tus visitas a este blog. Abrazos.
EliminarHay otoños, como este, en que no es difícil que las plantas se equivoquen,parece verano.
ResponderEliminarEn la vida ya es más fácil caer en ese error.
Un interesante fábula con las bellas jacarandas como protagonistas.
Un abrazo
Muchas gracias Joaquín Galán.
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