Pasaban los meses y el trabajo no aparecía, empezaba a desesperar, no le gustaba pedir ayuda a su familia, ya bastante tenían...mejor dicho, no tenían. Ya había recorrido todos los lugares posibles, preguntado a las personas que conocía, nada, la verdad es que se le estaba haciendo muy cuesta arriba esta vez, cada día consultaba las gacetillas en busca del trabajo añorado.
Un día, paseando encontró a una amiga que hacía mucho no veía, ella estaba en la misma situación, pero, le dijo, tenía una cita con un señor para asunto de un trabajo, además que si quería podría ir a la entrevista con ella, pues hacían falta dos chicas.
El señor, un empresario de la zona, quedó encantado con aquellos dos bellezones que ipso facto contrató para ¡Un Bingo!!, primero le dio cierta vergüenza, ya que era en un hotel de un lugar vacacional muy concurrido por gente conocida, pero sus responsabilidades pudieron más, dijo que sí y empezó aquella corta etapa de la que salió reforzada.
Resultó acaecer que en aquel hotel también buscaban una secretaria con idiomas, ella, como siempre, inquieta y en constante indagación sobre puestos laborales que pudieran ajustarse a su perfil, no tardó ni una hora en presentar su curriculum y, ¡Albricias!!, la aceptaron, estaba tan contenta que casi no podía creérselo.
Tuvo que buscar rápidamente una señora que se ocupara de su niña durante las horas de trabajo, la encontró, encontró un pequeño apartamento para ella y su hijita, era en un cuarto piso sin ascensor, pero le sirvió. Se sentía orgullosa de sí misma, luchadora y ganadora, en su vida sencilla se sabía una especie de heroína haciendo cosas que muy pocas mujeres hacían por aquel entonces.
Y sobre todo, tenía a su hijita junto a ella.
Y sobre todo, tenía a su hijita junto a ella.
Sino la suma total, pues en ocasiones no sabemos ni qué decisiones tomamos, si que en general es cierta la frase.
ResponderEliminarComo cierta es la que señalas en tu blog: Cuando, conscientemente un día te metes dentro de ti y tomas la decisión de SER FELIZ, te conviertes en un ser mucho menos vulnerable a los acontecimientos que se van sucediendo a lo largo de tu vida.
Un abrazo, María.
EliminarDe vez en cuando la vida nos da un beso en la boca...
ResponderEliminarSerrat.
Un saludo
Pues sí, una mujer con decisión y también con suerte pues le vino todo de cara justo en el momento preciso.
ResponderEliminarBonita historia y muy alentadora para la gente que no encuentra trabajo...
Un abrazo.
Nada es casualidad.
ResponderEliminarTodo sucede cuando tiene que suceder.
Y cada uno creando su vida, atrae a ella lo que necesita.
Un abrazo Maru y feliz semana.
Una historia sencilla, natural y sincera como la vida. Gracias.
ResponderEliminarImagino que es un homenaje, por eso de "por aquel entonces", el premio al esfuerzo y el conformarse con cosas sencillas, esa es la vida, un abrazo!
ResponderEliminarUn relato sencillo pero edificante. Peldaño a peldaño podemos subir a lo más alto sin necesidad de ser ambiciosos.
ResponderEliminarMe gustó,aunque creo que se le falta algo de sal,de acción tal vez...
Un abrazo
Un relato sencillo pero edificante. Peldaño a peldaño podemos subir a lo más alto sin necesidad de ser ambiciosos.
ResponderEliminarMe gustó,aunque creo que se le falta algo de sal,de acción tal vez...
Un abrazo
Luchó y encontró lo necesario para continuar viviendo junto a su hija.
ResponderEliminarUn abrazo.
esa linea que vivimos y se llama vida
ResponderEliminardesde
que nacemos a morirnos ...................
espléndido texto abrazos
Final feliz para una historia del cada día. No siempre el esforzarse tiene premio.
ResponderEliminarAbrazo a tu sonrisa, Maru.
Hola Maru, por mucho que nos desesperemos nada pasa hasta que no es el momento adecuado, las cosas ocurren por si solas, donde la suerte es un factor fundamental en el éxito o fracaso de una persona, todo ocurre por algo, nada es casual.
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida nos da muchos reveses, pero también jugosos momentos llenos de felicidad.
ResponderEliminarUn beso.