Aquel atardecer que dio paso a tantas soledades
vacío comedor con tu silla sin chaqueta
días oscuros, tardes sin el tintineo de tus llaves
que me avisaba de tu llegada cuando volvías,
cuando volvías…
Ya no estabas, te fuiste lejos, muy lejos
dedicaste tu vida a otros
y nunca volviste.
¿Cómo hubiera sido tenerte en mi vida?
que me abrazaras, y contarte,
decirte los sentires, hablarte,
que me escucharas.
¿Cómo hubiera sido?
Ellas son dulces, llenas de ternura
y me desconsuelan porque las amaron,
las protegieron y yo,
sola
sin ti me quedé
aquella tarde que dio paso
a tanta tristeza.